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Uno de estos cielos fríos
retoños del amanecer
uno de estos cubos tiernos
restos de escarcha azul
el paladar saborea
horizonte liso
sin ramas ni flores
torso de delfín descansado
corolario de la madrugada
sueña
despierta
peina al mundo con tu voz
con el roce de tus dedos sobre el vidrio.

Uno de estos amaneceres
cala el primer rayo
ni siquiera entibia la mirada
tímido amarillo
la manta de acero difumina todo
limpia con un trozo helado
las comisuras de los párpados
hasta llegar al fin
al momento en que abres el ojo
por vez primera
y topas con la vastedad
sin hojas
ni ramas
ni flores
solo algún recuerdo
piano lento
arañas con tu voz
la piel del delfín
que se te va escapando por la ventana.

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Comienzo con el amor y Reiner María Rilke

Dice el poeta: "amar es -durante mucho tiempo- solo una gran soledad...". ¿ Será que, efectivamente estamos indeciblemente solos, será que dormimos con una serie de fantasmas que recordamos, de espectros a los que nos apegamos, de azar al que nos acostumbramos? Dice también: "Y cada vez, una soledad más intensa y profunda". Una herida es el amor "intensa y profunda"; es el rompimiento de uno mismo. Y sigo preguntándome que es, y como saberlo y como conocerlo, como experimentarlo. Sabemos tan poco sobre esto, tanto sobre todo lo demás, quizá porque simplemente no hay nada que saber. El amor no es nada. "El amor es la única ocasión de tomar forma..." Un amigo decía que, era para lo que estabamos hechos, y que era curioso como a un modelo finísimo lo cargábamos con estiércol. Y me sigo preguntando. ¿Qué afán el mío? Sin armas para conseguirlo, sin temple para conservarlo, tan escurridizo como el sexo, y tan parecido a las caricias, a los besos. Fá