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Hay

Agujeros en el alma no cualquier temple soporta lunas que hacen recordar la infancia y luego, tiernamente, nos asfixian estrellas en el cielo negro, oscuro de cada prójimo el padre late en su sombra la madre, desde su brillo estira su umbilical sueño. tazas quebradas, platos rotos sillas esperando recuerdos de casas extraviadas hay esperanza en la lluvia y goteras que uno extraña cada verano.

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Comienzo con el amor y Reiner María Rilke

Dice el poeta: "amar es -durante mucho tiempo- solo una gran soledad...". ¿ Será que, efectivamente estamos indeciblemente solos, será que dormimos con una serie de fantasmas que recordamos, de espectros a los que nos apegamos, de azar al que nos acostumbramos? Dice también: "Y cada vez, una soledad más intensa y profunda". Una herida es el amor "intensa y profunda"; es el rompimiento de uno mismo. Y sigo preguntándome que es, y como saberlo y como conocerlo, como experimentarlo. Sabemos tan poco sobre esto, tanto sobre todo lo demás, quizá porque simplemente no hay nada que saber. El amor no es nada. "El amor es la única ocasión de tomar forma..." Un amigo decía que, era para lo que estabamos hechos, y que era curioso como a un modelo finísimo lo cargábamos con estiércol. Y me sigo preguntando. ¿Qué afán el mío? Sin armas para conseguirlo, sin temple para conservarlo, tan escurridizo como el sexo, y tan parecido a las caricias, a los besos. Fá...

Piedra que germina

"... nos pegamos a la tierra, nos fortalecemos con ella y una savia nueva fuerte, viril, alienta en nuestro sexo."  Rafael Hernández Piedra Acaricio la palabra: durante tanto tiempo en la oscuridad sus voces me han acompañado, siempre en la soledad de mis sueños. Pero vuelvo a ella, vuelvo a su luz ahora que estoy solo, que mis esperanzas han palidecido, que la fe ha muerto. Este cuerpo que se bautiza ahora con el vapor, hablará como una espada que se ha sumergido en la tierra, que ha hundido su cuerpo en la tez morena del campo y que ha brillado con los rayos de otras latitudes, hablará desgranando palabras en el óxido de sus años, con el timbre hueco de esta caja a punto de cerrarse. Algo tiembla, es un trueno apagado que recorre las paredes, yo estoy entre el vaho de mi sudor y las gotas sutiles que me abrazan. Se sacude la tierra, sus entrañas me regresan al útero, me succionan como un sexo anhelante, el dulce reclamo del polvo. La tierra palpita, sus heridas van perm...

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Imposible no recordar las palabras de Gabriel García Márquez quien decía que es increíble como alguien puede dar la vida entera, puede pasar hambre, frío, con tal de escribir, algo que no alimenta, ni viste, y que, viéndolo bien no sirve para nada. Tal vez algunos escriban por neurosis, por el deseo de cambiar este mundo, de acomodar la realidad. Tal vez simplemente existe como decía Platón, el mundo de las ideas ahí, en algún lugar, gobernando desde sus aposentos, los destinos de los hombres, sus pensamientos y sobretodo, para los fines del presente texto, ordenando nuestras palabras, acomodándolas en un sitio que nada tiene que ver con lo azaroso, o con la experiencia del autor o con todas esas patrañas que nos hacen pensar que somos los que escribimos el texto, que somos capaces incluso de meternos en medio de la conversación de los personajes, para, según nosotros, transgredir la historia. Del cuarto texto del libro “Lo peor de ambos mundos, relatos anfibios” titulado “Un cuerpo co...