La tierra hace que toda penetración a su interior se estrelle contra ella. Martin Heidegger. Una piedra es una acumulación silenciosa de sedimentos, de capas que se aglutinan una tras otra. Una piedra congrega el mineral y la tierra. Una piedra de Durango está amalgamada con el hierro, con la tierrita del Calvario y la pesadez del cerro de Mercado. Si una piedra de pronto tuviera el impulso de indagar en los adentros de esa capa oscura e informe, tendría que ser voluntariosa, apasionada, para querer hundirse en lo que es ella misma. Así es el impulso que hace de un hombre un poeta, la búsqueda, la excavación. Toda voluntad humana obedece a un conocimiento, a la domesticación de algo. Nuestras acciones parten de aquello no dominado y para descubrir el propio conocimiento es necesario ir al corazón de la tierra. Así lo hizo Rafael Hernández, indagó en las profundidades y el movimiento de sus versos fue de este afán. Es un movimiento intuitivo que se va forjando, como el hierro
"... nos pegamos a la tierra, nos fortalecemos con ella y una savia nueva fuerte, viril, alienta en nuestro sexo." Rafael Hernández Piedra Acaricio la palabra: durante tanto tiempo en la oscuridad sus voces me han acompañado, siempre en la soledad de mis sueños. Pero vuelvo a ella, vuelvo a su luz ahora que estoy solo, que mis esperanzas han palidecido, que la fe ha muerto. Este cuerpo que se bautiza ahora con el vapor, hablará como una espada que se ha sumergido en la tierra, que ha hundido su cuerpo en la tez morena del campo y que ha brillado con los rayos de otras latitudes, hablará desgranando palabras en el óxido de sus años, con el timbre hueco de esta caja a punto de cerrarse. Algo tiembla, es un trueno apagado que recorre las paredes, yo estoy entre el vaho de mi sudor y las gotas sutiles que me abrazan. Se sacude la tierra, sus entrañas me regresan al útero, me succionan como un sexo anhelante, el dulce reclamo del polvo. La tierra palpita, sus heridas van perm